¿Qué es? Un código de barras bidimensional que almacena datos codificados.
El código de barras ha evolucionado con los nuevos tiempos y se ha transformado en QR, siendo éste al más famoso de los códigos bidimensionales.
Pero bien, la revolución viene con la interacción que nos ofrecen los teléfonos móviles, y la capacidad que tenemos de ver y crear códigos para atender nuestras necesidades. Normalmente y para lo que son más usados son para dirigirnos a una url en internet, evitando tener que poner una dirección completa en el navegador de nuestro smartphone. También se usa para realizar pagos, o para obtener información de obras artísticas cuando vamos a un museo. Como uso curioso, se están empezando a poner en lápidas para que cualquiera visualizar información sobre la persona que allí yace.
Era una tecnología conocida, pero durante el 2020 se ha extendido a todos debido a la pandemia de la Covid-19. ¿Por qué? La imposibilidad de tener información física por la posibilidad de transmisión del virus en superficies ha permitido que el código QR entre definitivamente en nuestras vidas. Todos tenemos un teléfono móvil de uso personal, siendo este el mejor soporte para todo tipo de información. Así que un código QR permite que un restaurante tenga su menú y la carta, una tienda de ropa informe a los clientes de las propiedades de un producto y un supermercado complemente la información nutricional de su producto estrella.
En Proyecto Bonhomía introducimos los códigos en nuestros diseños de cartas para restaurantes, en tarjetas de visita para hacerlas más dinámicas y mostrar más información de la que cabe en un espacio tan pequeño, o en carteles para escaparates haciendo que al pasar se interaccione con la tienda